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como estudiar

Estudiá mejor con el gym

Hoy por hoy, estudiar ya no es exclusivo de universitarios. Toda persona que trabaja debe capacitarse periódicamente para estar actualizado y debe hacerlo con una fuerte carga de obligaciones en el medio que no ayudan. Es ahí donde el ejercicio físico se transforma en una gran opción para conseguir lo que el estudio demanda: claridad, concentración, lucidez y tranquilidad.

Los saludables beneficios de la actividad física a la hora de estudiar se imponen porque el ejercicio quita la tensión, baja el estrés, neutraliza la ansiedad, todos estos estados típicos de cuando estamos estudiando previo a rendir un examen o cumplir con la demanda de un curso mientras afrontamos el resto de nuestra rutina.

El ejercicio no solo nos calmará, sino que, como ya es sabido, provocará que el cuerpo produzca más endorfinas, esa proteína que nos llena de optimismo, felicidad y mejor energía. Así, ponerse a estudiar se siente de otra manera ya que sobrados de optimismo nos entusiasmamos fácilmente con alcanzar la meta.

Pero no es solo una cuestión de endorfinas. Nuestro cuerpo es más complejo. Cuando estamos en plena actividad física nuestro torrente sanguíneo transporta una mayor cantidad de oxígeno que llegue a nuestro cerebro y sigue camino: sí, sí, dicho como en el barrio, el ejercicio nos ventila la cabeza y seguro también las ideas.

Oxigenado, nuestro cerebro funciona mucho mejor y también nuestro cuerpo porque ese transporte de oxígeno llega a todos nuestros órganos. Este efecto integral es importante porque no sirve tener la mente clara y el cuerpo cansado.

Entonces, cerebro y cuerpo bien oxigenados garantizan condiciones fundamentales para el estudio: lucidez, claridad, concentración y esa energía, esa voluntad firme que necesitamos para sentarnos decididos a alcanzar nuestro próximo objetivo.

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