De entrada vas a obtener grandes beneficios al trabajar la tonificación, ganando en potencia, en estabilidad articular y equilibrando tu cuerpo usando músculos que en tu día a día de manera más eficiente.

Aparte de estas ventajas, vas a eliminar calorías de donde sobren. Una pérdida de peso apoyada con un programa de musculación es mucho más eficaz porque ésta te mantendrá el metabolismo más acentuado, generando grasa constantemente. Y, otro punto, es que la pérdida hecha sólo con dieta será de grasa pero también de músculo.

Mejora de la fuerza muscular: Progresando con la intensidad del entrenamiento, los músculos aprenden además a implicar cada vez un mayor número de fibras musculares (coordinación intramuscular).

La musculatura mejora la postura y la apariencia: la musculatura desarrollada unilateralmente provoca una postura poco armónica. En cambio, un corse muscular formado de manera simétrica lleva a una figura atractiva. Para todas las zonas corporales.

Previene de lesiones: Los músculos bien desarrollados envuelven el cuerpo como una armadura. La espalda y las grandes articulaciones obtienen una protección adicional cuando los músculos facilitan una movilidad armónica en las articulaciones.

Evita los efectos de la edad: La masa muscular empieza a menguar paulatinamente a partir de los 30 afios de edad en ausencia de un entrenamiento sistemático de la fuerza. Un entrenamiento de la fuerza correctamente dosificado constituye una receta perfecta para contrarrestar los efectos del envejecimiento hasta edades avanzadas.

Previene y trata la osteoporosis: la falta de desarrollo o bien la degradación de la masa osea, se está convirtiendo cada vez más en una enfermedad de la civilización no solo para las mujeres, sino también para los hombres. Sobre todo, los primeros treinta años de la vida son importantes: Cuanto mejor crezca en esta fase la masa osea (valor máximo de la densidad de los huesos), mayor protección habrá durante las fases siguientes de la vida.

Efectos positivos para la diabetes: A través del entrenamiento de la fuerza se obtiene una mejora de la sensibilidad frente a la insulina. Esto es un requisito esencial para el aprovechamiento regular del azúcar sanguíneo.

Mejor percepción del cuerpo: Durante el entrenamiento de la fuerza se tiene la opción de reconocer las señales del cuerpo y asimilarlas correctamente. Esto hace especial hincapié en la percepción del esfuerzo y el control del movimiento.

Aspectos positivos para enfermos coronarios: Con el aumento de la fuerza máxima, tanto los esfuerzos cotidianos como los deportivos resultan más fáciles. Esto tiene especial interés para los pacientes de corazón en el sentido que tardaran mas en llegar a sus límites de esfuerzo estando bien entrenados.